Mi primer dia

Ayer fue mi primer día en la nueva escuela. Mi imagen de ese día en una escuela de esas, era simplemente estar sola en las clases, i luego comer en el baño, pero mi primer día ha sido mucho mas que eso.
Nada mas llegar, cuando me han presentado en la clase, he sabido que algo iba mal. Llevaba el uniforme, con el que me sentía bastante incomoda( foto del uniforme sacada de la revista de mi escuela a continuación) pero aun así, intentaba mostrarme lo mas segura que podía, ya que sabia que eso era importante a la hora de causar buena impresión. Me sentaron al lado de una chica pelirroja, llamada Abigail. Apenas me miro. Pensareis que ara como las demás, una chica de lo mas superficial i prepotente, pero yo veía algo distinto en ella. Su mirada era mas bien pasota, i no escucho nada durante las clases, cosa muy rara allí, ya que es importante para tener una reputación sacar unas notas altas. Llego la hora de comer, y justo cuando o me dirigía al baño una chica me llamo. O eso me pareció a mi. Me jire i vi que, efectiva mente, me llamaba a mi. Me pregunto todo lo que no quería que me preguntara, sobre mis padres, sobre Barcelona...y o ni si quiera sabia como se llamaba ella! Lo mas sorprendente fue que me invito a sentarme con ellas.De golpe apareció Abigail, y me dijo, mas bien advirtió, de que esa tal Amy  Mc cooner era una ''lagarta y arpía'' i que no comiera allí, porque entonces seria como ella y sus amigas, y que podía sentarme con ella. En ese momento, mas que mal, estaba bastante contenta, ya que dos chicas de lo mas popular se estaban peleando por comer con migo, y eso para un primer día es lo mejor. Pero mi felicidad acabo cuando Abigail dijo que pasaba de mi, que estaba claro que era como ellas. que? yo no era como ellas. en ese momento solo se me ocurrió sentarme en la mesa de Amy, ya que la idea de comer en los baños era la principal, pero no la mas agradable. Mi felicidad se acabo del todo cuando las chicas me dijeron que ya no querían comer con migo, que me fuera con la pelirroja. Como? Me había quedado sin amigas en dos minutos. Bueno, mas o menos lo que tarde en conocerlas...
Esa misma tarde, mientras caminaba hacia mi casa, recordé que tenia que ir a la oficina de mi padre a buscar mis ultimas cosas de la mudanza, que por equivocación habían llevado allí, y entre ellas estaba la foto de Marc. Lo echo tanto de menos... Pero no podía ir a buscarla, faltaban solo 10 minutos para que las oficinas cerraran, y estabas a casi 5 manzanas de donde yo estaba. Empecé a correr. En un soplo llegue, y pude coger todas mis cosas, cuando un chico se cruzo con migo en la puerta de uno de los despachos. Ea uno de los chico mas bonitos que jamas había visto. Era moreno, y llevaba el flequillo de lado, eso fue lo único en lo que me fije. Durante unos segundos me quede flotando en mi nube, cuando aquel misterioso chico se giro hacia mi, y me pregunto si había visto a su padre, Rufus. La verdad es que creo que hice el ridículo, ya que me quede mirándole a los ojos sin contestarles. Eran azules, tan azules como el cielo. De golpe, oí otra voz. Debía de ser el padre de el chico, porque se acerco a el, y le pregunto por mi. Yo les explique o que pasaba, i Rufus se sorprendió al saber que era hija de James Swift. Recordé que tena prisa, y me fui soltando un simple adiós..en cuanto lo dije supe que tendría que haber dicho algo mas, haberle dicho algo mas al chico de los ojos color cielo. Cuando ya salia por la puerta del gran rascacielos, oí mi nombre. Quien me llamaba? No conocía a nadie allí. Era el. Era el chico misterioso que chillaba mi nombre. Nunca nadie lo había gritado con tantas ganas. Se presento: Soy Austin Jackson. Encantado de conocerte, y me dio una tarjeta. Pensé que seria su teléfono, pero no ponía nada, estaba blanca. Pensé que era una broma de mal gusto, pero me dio una pluma. Escribe tu numero de teléfonopor favor, me gusta ser yo el que llame a la chica, si no te importa. Wow,me he pasado la noche pensando en el, en Austin, pero eso no fue lo mas sorprendente, no pensé en Marc, ni una sola vez, la primera noche que no pienso en aquel chico de Barcelona antes de irme a dormir, la primer desde hace mucho tiempo.